Uno de los lugares más afectados por la guerra ha sido precisamente la ciudad de Chernihiv, donde tenemos una casa oblata. Ubicada en la frontera con Rusia y Bielorrusia, la ciudad de Chernihiv ha sido invadida por fuerzas enemigas desde el comienzo de la invasión de la Federación Rusa. El 1 de marzo también ha comenzado a ser bombardeado con cohetes “Grad” y, al parecer, a las tropas rusas se han sumado los bielorrusos.
El padre Piotr Wróblewski OMI señaló que los primeros bombardeos terminaron alrededor del mediodía: “Hasta ahora todo va bien. Tenemos de todo, incluso internet y café. Esta noche ha sido una noche tranquila, todos han dormido bien. Esperamos que el día también sea tranquilo”, escribió esta mañana el misionero.
En los sótanos de la casa oblata, la vida cotidiana continúa, a pesar del peligro que se escucha arriba. Desde el inicio de la invasión, la cripta de la iglesia ha servido como refugio antiaéreo, donde acuden a pernoctar unas 40 personas, a veces más. Además, otras 20-30 personas viven permanentemente en el sótano de la casa Oblata, para protegerse de los constantes bombardeos. Se trata principalmente de madres jóvenes con hijos, que buscan un lugar seguro para sus hijos y poder ayudarse entre ellas, dado que ahora hay problemas con el abastecimiento de alimentos y otros artículos de primera necesidad, por lo que hay largas colas.
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