¿Quiénes son los Misioneros Oblatos?

Los Misioneros Oblatos de María Inmaculada sirven a personas pobres y necesitadas en los Estados Unidos y más de 60 países alrededor del mundo. Proporcionan alimentos a las personas sin hogar en Nueva Orleans, albergue a las víctimas de los desastres naturales en Haití y llevan la Palabra de Dios a las partes aisladas de Zambia. Sus ministerios son un testimonio del profundo efecto que tiene el amor de Dios en las comunidades a las que sirven.
Los Misioneros Oblatos van donde las necesidades de la gente son mayores. Hoy, casi 4.000 Misioneros Oblatos están sirviendo en algunas de las misiones más difíciles del mundo, llegando a servir a los más necesitados. Son consuelo para los enfermos, alimento para los hambrientos y esperanza para los huérfanos. Traen paz a las naciones devastadas por la guerra y curación espiritual a las personas necesitadas.

Nuestro Fundador — San Eugenio De Mazenod

San Eugenio De Mazenod nació en una familia aristocrática francesa en 1782. La Revolución Francesa obligó a su familia a exiliarse. A los 20 años Eugene pudo regresar a Aix donde se entregó a los placeres de este mundo. Pero en 1807 tuvo una profunda experiencia religiosa y se comprometió con Cristo y la Iglesia.
Como joven sacerdote, Eugenio estaba horrorizado por la condición de la Iglesia en el sur de Francia. Los pobres estaban siendo abandonados. En respuesta, Eugenio reunió a su alrededor a un pequeño grupo de sacerdotes y comenzó a predicar directamente a los pobres. Con el tiempo, este pequeño grupo se convirtió en los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
En el momento de su muerte el 21 de mayo de 1861, la congregación que fundó había crecido a 415 sacerdotes y hermanos en siete países. El 3 de diciembre de 1995, el Papa Juan Pablo II declaró formalmente santo a Eugenio De Mazenod.

Nuestro Fundador — San Eugenio De Mazenod

San Eugenio De Mazenod nació en una familia aristocrática francesa en 1782. La Revolución Francesa obligó a su familia a exiliarse. A los 20 años Eugene pudo regresar a Aix donde se entregó a los placeres de este mundo. Pero en 1807 tuvo una profunda experiencia religiosa y se comprometió con Cristo y la Iglesia.
Como joven sacerdote, Eugenio estaba horrorizado por la condición de la Iglesia en el sur de Francia. Los pobres estaban siendo abandonados. En respuesta, Eugenio reunió a su alrededor a un pequeño grupo de sacerdotes y comenzó a predicar directamente a los pobres. Con el tiempo, este pequeño grupo se convirtió en los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
En el momento de su muerte el 21 de mayo de 1861, la congregación que fundó había crecido a 415 sacerdotes y hermanos en siete países. El 3 de diciembre de 1995, el Papa Juan Pablo II declaró formalmente santo a Eugenio De Mazenod.

Ejemplos de ministerios oblatos

Hospicio de Nuestra Señora en Zambia — Los Misioneros Oblatos crearon el Hospicio de Nuestra Señora en Lusaka, Zambia, porque estaban consternados por el trato inhumano de las personas que sufrían de SIDA, la mayoría de las cuales morían en las calles o en las estaciones de autobús. El personal de Our Lady's Hospice brinda atención y consuelo para que los pobres puedan tener amor y dignidad en sus últimos días.

Casa de Oración Lebh Shomea en Texas — A los visitantes se les brinda la oportunidad de tener comunión con Dios en silencio y soledad dentro de un vasto desierto ecológico de asombrosa belleza y posibilidades creativas. Los huéspedes de la casa de retiros en Sarita, Texas, cuentan con el apoyo de una comunidad de oración y una dirección espiritual competente.

Institución Papa Juan Pablo II en Juana Méndez, Haití — Los Oblatos crearon la Institución Papa Juan Pablo II en la ciudad de Ouanaminthe para los niños refugiados que perdieron sus hogares en un terremoto. Transformaron el salón parroquial de la parroquia de Notre Dame de l'Assomption en una escuela que puede albergar hasta 200 niños.

Radio Pío XII en Bolivia — Desde hace más de 50 años, Radio Pío XII ha estado transmitiendo en apoyo a los mineros que trabajan en condiciones de esclavitud en lo alto de la Cordillera de los Andes de Bolivia. La emisora denuncia la corrupción del gobierno, las empresas mineras y los sindicatos.  Radio Pío XII ha sido dañada por las bombas muchas veces a lo largo de los años, y varios oblatos han sobrevivido intentos de asesinato debido a su apoyo abierto a los derechos humanos de los pobres de Bolivia.