Oración diaria y lectura 1/27

Ofrenda de la mañana

Oh Jesús, por el Inmaculado Corazón de María, te ofrezco mis oraciones, trabajos, alegrías y sufrimientos de este día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón, en unión con el Santo Sacrificio de la Misa en todo el mundo, para la salvación de las almas, la reparación de los pecados, la reunión de todos los cristianos, y en particular por las intenciones del Santo Padre este mes. Amén

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Oración y lectura diarias para el 27 de enero de 2023

Dios de misericordia y de amor, a través de la predicación de tus misioneros llevaste la Buena Noticia de Cristo a las personas que no lo habían conocido. Que sus buenas obras fortalezcan nuestra fe. Amén.

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Marcos 4: 26-34

Jesús dijo a la multitud:
“Así es con el Reino de Dios;
es como si un hombre fuera a esparcir semilla sobre la tierra
y dormía y se levantaba noche y día
y la semilla brotaría y crecería,
él no sabe cómo.
Por su propia voluntad la tierra da fruto,
primero la hoja, luego la espiga, luego la flor llena en la espiga.
Y cuando el grano está maduro, inmediatamente empuña la hoz,
porque la cosecha ha llegado.”
Él dijo,
“¿A qué compararemos el Reino de Dios,
o ¿qué parábola podemos usar para ello?
Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra,
es la más pequeña de todas las semillas de la tierra.
Pero una vez que se siembra, brota y se convierte en la más grande de las plantas.
y echa grandes ramas,
para que las aves del cielo habiten a su sombra.
Con muchas de esas parábolas
les dijo la palabra como ellos podían entenderla.
Sin parábolas no les hablaba,
pero a sus propios discípulos les explicó todo en privado.

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27 de enero

Dios de misericordia y amor, a través de la predicación de tus misioneros llevaste la Buena Nueva de Cristo a personas que no lo conocían. Que sus buenas obras hagan que nuestra fe se fortalezca. Amén.

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Mc 4, 26-34

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “El Reino de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el tiempo de la cosecha”.

Les dijo también: “¿Con qué compararemos el Reino de Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra”.

Y con otras muchas parábolas similares les estuvieron exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podrían entender. Y no les hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.

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