Oración y Lectura Diaria 1/4
Ofrenda de la mañana
Oh Jesús, por el Inmaculado Corazón de María, te ofrezco mis oraciones, trabajos, alegrías y sufrimientos de este día por todas las intenciones de tu Sagrado Corazón, en unión con el Santo Sacrificio de la Misa en todo el mundo, para la salvación de las almas, la reparación de los pecados, la reunión de todos los cristianos, y en particular por las intenciones del Santo Padre este mes. Amén
Oración y lectura diarias para el 4 de enero de 2023
Padre Celestial, espero con ansias las experiencias que me esperan este año. Estar a mi lado cuando me despierto cada mañana y cuido a mi familia y amigos. Ayúdame a tenerte siempre en mi corazón mientras tomo decisiones diarias, hago mi día e interactúo con quienes me rodean. Gracias por bendecirme con cada nuevo día. Amén.
Juan 1:35-42
Juan estaba de pie con dos de sus discípulos,
y viendo pasar a Jesús, dijo:
“He aquí el Cordero de Dios”.
Los dos discípulos escucharon lo que dijo y siguieron a Jesús.
Jesús se volvió y vio que lo seguían y les dijo:
"¿Qué estás buscando?"
Ellos le dijeron: “Rabí” (que traducido significa Maestro),
"¿Dónde te estás quedadando?"
Él les dijo: “Venid, y veréis”.
Fueron, pues, y vieron dónde se hospedaba,
y se quedaron con él aquel día.
Eran como las cuatro de la tarde.
Andrés, el hermano de Simón Pedro,
fue uno de los dos que escucharon a Juan y siguieron a Jesús.
Primero encontró a su propio hermano Simón y le dijo:
“Hemos encontrado al Mesías”, que se traduce como Cristo.
Luego lo llevó a Jesús.
Jesús lo miró y dijo:
“Tú eres Simón, hijo de Juan;
serás llamado Cefas”, que se traduce como Pedro.
4 de enero
Padre nuestro que estás en los cielos, vela por los que luchan contra las adicciones. Tanto si apuestan constantemente
como si se ven incapaces de dejar de comer, fumar o beber, guia a los adictos hacia tus brazos sanadores y misericordiosos.
Ayúdales a poner su confianza en Ti, Señor, para que puedan dejar atrás los hábitos que les mantienen cautivos. Amén.
Jn 1, 35-42
En aquel tiempo, estaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos, y fijando los ojos en Jesús, que pasaba, dijo: “Éste es el Cordero de Dios”. Los dos discípulos, al oír estas palabras, siguieron a Jesús. Él se volvió hacia ellos, y viendo que lo seguían, les preguntó: “¿Qué buscan?” Ellos le contestaron: “¿Dónde vives, Rabí?” (Rabí significa 'maestro'). Él les dijo: “Vengan a ver”. Fueron, pues, vieron dónde vivían y se quedaron con él ese día. Eran como las cuatro de la tarde. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron lo que Juan el Bautista decía y seguía a Jesús. El primero a quien encontró a Andrés, fue a su hermano Simón, y le dijo: “Hemos encontrado al Mesías” (que quiere decir 'el Ungido'). Lo llevó a donde estaba Jesús y éste, fijándose en él la mirada, le dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan. Tú te llamarás Kefás” (que significa Pedro, es decir, 'roca').
Da el siguiente paso para fortalecer tu vida de oración
A todos nos vendría bien un poco de curación en nuestra vida. Y la oración es la mejor manera de comunicar nuestras necesidades a Dios.
Oraciones de sanación es un maravilloso libro de oraciones creado por los Misioneros Oblatos para todos aquellos que anhelan el poder sanador del Señor. Para estas personas, este libro de oraciones ha sido escrito con fe y esperanza de que, unidos en oración, todos podamos experimentar la sanación del cuerpo, la mente y el espíritu en todos los aspectos de nuestras vidas.