Reflexión de Cuaresma para el 3/12

III Domingo de Cuaresma

La Oración del Día

Dios eterno, que nos has dado toda misericordia y bondad, míranos bondadosamente para que nosotros, que estamos abatidos por nuestra conciencia, seamos siempre levantados por tu misericordia.

Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


Lectura de las Escrituras

Éxodo 17:3-7; Romanos 5:1-2, 5-8; Juan 4:5-42
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Cita de las Escrituras

Juan 4:13-14

Respondió Jesús y le dijo:
"Todo el que bebe de esta agua volverá a tener sed;
en cambio, el que beba del agua que yo quiero darle, nunca más volverá a tener sed;
porque el agua que yo quiero darle se convertirá en su interior
en un manantial que conduce a la vida eterna".


Reflexión

Jesús sale al encuentro de una mujer samaritana que se dispone a sacar agua del pozo. Tras un diálogo sincero, aquella mujer llega a descubrir quién es ese viajero desconocido y quién es ella. Se da cuenta de que ese hombre es el mismo Mesías que el pueblo estaba esperando. Y se da cuenta de que ella tenía sed no tanto del agua natural como del agua viva que Jesús le estaba ofreciendo.

Hoy Jesús está saliendo también a nuestro encuentro porque quiere entablar un dialogo con cada uno de nosotros. Él toma la iniciativa, pero es necesario que nosotros nos abramos a Jesús para llegar a descubrir quién es Él y quiénes somos nosotros. Es posible que tengamos que purificar algunas imágenes que nos hayamos formado de Jesús. Y solo lo podemos conseguir si dejamos que Jesús se nos manifieste tal y como Él es.

Si escuchamos atentamente a Jesús, descubriremos también quiénes somos nosotros, cuáles son nuestras aspiraciones, nuestros valores… Quizá caeremos en la cuenta de que andamos en busca de un “agua” que no acaba de apagar nuestra sed; es el agua de lo material que nos deja cada vez más insatisfechos. Y descubrimos esa agua viva que nos ofrece Jesús; el agua viva de su amor, de su mensaje salvador que encierra en sí una promesa de eternidad.

Preguntas de Reflexión

  • ¿Qué quiero obtener de la Cuaresma para saciar mi sed?
  • ¿Estoy preparado para abrirme a Jesús y descubrir realmente quién es Él?

Extractos del Leccionario de la Misa para uso en las diócesis de los Estados Unidos de América, segunda edición típica © 2001, 1998, 1997, 1986, 1970 Confraternidad de la Doctrina Cristiana, Inc., Washington, DC. Utilizado con permiso. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este texto puede ser reproducida por ningún medio sin el permiso por escrito del propietario de los derechos de autor.