Reflexión de Cuaresma para 3/2

Jueves de la Primera Semana de Cuaresma

La Oración del Día

Padre eterno, que nos has dado todas las bendiciones, derrama los dones del Espíritu Santo sobre la faz de la tierra y, como cuando se proclamó por primera vez el Evangelio, llena ahora una vez más los corazones de los creyentes.

Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.


Lectura de las Escrituras

Ester C:12, 14-16, 23-25; Mateo 7:7-12
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Cita de las Escrituras

Mateo 7:7

Jesús dijo a sus discípulos:
“Pidan y Dios les dará,
busquen y encontrarán,
llamen y Dios les abrirá”.


Reflexión

Muchos de nosotros sentimos, especialmente si estamos en un momento oscuro y difícil de nuestra vida, que si tan sólo rezamos con todas nuestras fuerzas, Dios concederá nuestra oración y nos dará lo que buscamos. Lo hace, pero no de la forma que los humanos esperan. Más bien, a medida que crecemos en nuestro viaje espiritual, aprendemos que nuestra oración es contestada cuando le rezamos a Dios de manera diferente: ¿Qué quiere Dios que yo tenga o haga en esta situación? Es entonces cuando sentimos con más fuerza la presencia de nuestro Abogado, el Espíritu Santo. Es entonces cuando nuestras dificultades se resuelven de un modo satisfactorio para todos, una solución que nunca se nos habría ocurrido -o por la que nunca habríamos rezado.

Preguntas de Reflexión

  • Cuando rezo, ¿confío en que Dios proveerá lo verdaderamente necesario?
  • ¿Puedo ayudar a otros que buscan encontrar a Dios?

Extractos del Leccionario de la Misa para uso en las diócesis de los Estados Unidos de América, segunda edición típica © 2001, 1998, 1997, 1986, 1970 Confraternidad de la Doctrina Cristiana, Inc., Washington, DC. Utilizado con permiso. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este texto puede ser reproducida por ningún medio sin el permiso por escrito del propietario de los derechos de autor.