Apoya a los Misioneros Oblatos de Maria Inmaculada en su atención a las necesidades espirituales y físicas de los más desamparados

En estos días le damos gracias a Dios porque va desapareciendo la terrible amenaza del Covid-19. Parece que poco a poco podemos volver a la normalidad, pero sabemos que aún estamos sufriendo las tristes consecuencias de esta terrible pandemia.

Muchas personas aún están llorando la pérdida irreparable de sus seres queridos que han sido víctimas de esta pandemia. Y todos estamos sufriendo las consecuencias económicas que nos ha dejado el Covid-19. Nos quejamos de que todo ha subido de precio y que no sabemos hasta dónde nos puede llevar a cabo esta situación. Y todo esto está pasando a nivel mundial.

Me lo dicen mis hermanos misioneros de Zambia, África, y de Tijuana, México: “Los pobres de nuestras misiones están pasando por momentos muy difíciles. Están llorando a sus muertos que les arrebató esta terrible pandemia y están sufriendo las consecuencias de verse sin trabajo, sin medicamentos para sus niños enfermos y comida para sus hijos hambrientos”.

Me dicen nuestros misioneros que, de una manera especial, se les parte el corazón al ver a tantos niños huerfanitos que han perdido a sus padres en esta pandemia y que dependen —en su mayoría— de la ayuda que les pueden ofrecer desde sus centros misioneros .

Y por eso, me piden mis hermanos oblatos que les ayuden, por favor, para que puedan llegar a una cierta normalidad donde sus pobres vivan con dignidad. Y les he prometido ayuda contando con la generosidad de personas amables y entregadas como usted.

Y para darles una mano frente a esta crisis que están viviendo nuestros misioneros oblatos y sus pobres, comenzó la Campaña Misionera Anual 2023. Con las contribuciones que recibimos para esta campaña misionera, vamos a aliviar el dolor de los niños, jóvenes y adultos más necesitados de nuestras misiones oblatas.

Cuento con usted en este momento difícil porque sé que me ha ayudado en el pasado cuando le pidió que me ayude a salir al encuentro de las necesidades más urgentes de nuestras misiones; y ahora le pido a Dios que le ayude a abrir su corazón a estos pobres con su generosa aportación a nuestra campaña misionera.

Su generoso donativo que acostumbrarme a enviarme, o lo que le sugiera su generoso corazón, se va a convertir en un regalo de vida para las niñas y los niños que han perdido a sus padres, y para los padres que se han quedado sin trabajo y no no tienen nada que ofrecer a sus hijos enfermos y hambrientos. Y Dios se lo ha de recompensar.

Me dice el padre Jesse Esqueda, OMI, director de la misión oblata de Tijuana, México, que, a sus programas diarios de ayuda a las familias pobres de su misión, se ha unido otro programa de acogida a los emigrantes que vienen del sur y que no tienen a donde acudir para sobrevivir. Programas que estan en peligro por falta de recursos.

Nuestra Campaña Misionera Anual 2023 va a ofrecer una mano generosa para que nuestros misioneros oblatos de Tijuana puedan seguir ayudando a tantas personas que dependen de nuestros misioneros para vivir con dignidad. Le dijo al padre Jesse que cuente con nosotros para que siga con sus programas de ayuda a los pobres más abandonados de su misión.

Vamos a ayudar también con esta campaña misionera a nuestra misión de Zambia, África, que también está sufriendo las terribles consecuencias de la pandemia del Covid-19. Es una misión muy pobre y depende de nuestros misioneros oblatos para conseguir comida y medicina para los niños que son los que más tienen que sufrir en estas crisis.

Gracias a Dios contamos con un florecimiento abundante de vocaciones al sacerdocio ya la vida religiosa oblata en Zambia. Ellos son el futuro de esta misión. En realidad, solo queda uno de los oblatos de Texas que fueron a fundar esta misión hace 39 años. Los oblatos nativos de Zambia son los que dirigen sus proyectos misioneros e, incluso, están enviando misioneros oblatos a servir en algunas de nuestras misiones en Estados Unidos.

Es una gran bendición de Dios, pero depende de nosotros financieramente para los estudios y la formación de tantos seminaristas durante los largos años de su preparación como misioneros oblatos de María Inmaculada.

Y les vamos a ayudar con esta Campaña Misionera Anual 2023. Gracias a usted ya muchos de nuestros benefactores oblatos, vamos a ayudar a estos jóvenes seminaristas para que un día lleguen al altar del Señor como misioneros oblatos al servicio de los pobres y los más abandonados . ¡Una gran bendición para nuestra Congregación Oblata y para toda la Iglesia!

Al enviarme su generosa contribución a esta campaña misionera, piense que nuestros misioneros de Tijuana y de Zambia le estarán grabando en las Misas que celebran en sus capillas de misión. Y nuestros seminaristas de Zambia le ofrecen también sus oraciones como agradecimiento a su generosidad para con ellos, sus formadores y los pobres de sus misiones.

Que Dios le colme de bendiciones con una vida rodeada de paz y mucha felicidad.

En Cristo Jesús y María Inmaculada,
Padre David P. Uribe, OMI
Director Oblato

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