Reflexión de Cuaresma para el 25/2

II Domingo de Cuaresma

La Oración del Día

Querido Jesús, dado que Dios Padre es amor, entendemos por qué Tú encarnas la compasión de Dios. Tus palabras son las palabras de Dios que levantan al pecador caído. Tu voz es la voz de esperanza de Dios que llama a la oveja perdida. Dijiste las palabras: “Yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin de los tiempos”. Ayúdanos a escuchar tu voz todos los días. Amén


Lectura de las Escrituras

Génesis 22:1-2, 9a, 10-13, 15-18; Romanos 8:31b:34; Marcos 9:2-10
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Cita de las Escrituras

Marcos 9:7

Entonces una nube los cubrió,
y desde la nube salió una voz,
“Éste es mi Hijo, el Amado; ¡Escúchalo a él!"


Reflexión

La Palabra de Dios que escuchamos en este Segundo Domingo de Cuaresma nos habla del sacrificio supremo que tanto Abraham (en la Primera Lectura) como Dios (en el Evangelio) hacen por nosotros. Ambos están dispuestos a sacrificar a su “amado hijo”.

Abraham está dispuesto a sacrificar a Isaac como holocausto porque Dios se lo pide. Pero Dios sólo quiere saber la profundidad de la devoción de Abraham hacia él: debido a que Abraham estaba dispuesto a sacrificar a Isaac, Dios intervino e Isaac se salvó. Abraham confió en Dios y aceptó la incertidumbre que su Señor le proponía.

En la lectura del Evangelio, Jesús se transfigura ante sus apóstoles Pedro, Santiago y Juan. Jesús los atrae a la gloria del Señor. Los apóstoles escuchan la voz de Dios: "Éste es mi Hijo amado". Posteriormente Jesús y Sus apóstoles siguen el camino a Jerusalén donde primero Jesús, y luego Sus apóstoles siguen la prueba de la cruz. Dios sacrifica a su amado Hijo por nosotros.

Como discípulos de Jesús, estamos llamados a compartir la gloria que se manifiesta en su Transfiguración. Pero antes debemos aceptar el riesgo de caminar por la vida rodeados de cruces e inseguridades. Cuando Jesús nos habla de la necesidad de perder, de renunciar, de entregarse… nos está exponiendo esos riesgos que vamos a tener que enfrentar en nuestro caminar por la tierra. Camino doloroso, pero esperanzador porque en la meta final se encuentra nuestra glorificación.

Preguntas de Reflexión

¿Confío en Dios como lo hizo Abraham? ¿Qué sacrificios puedo hacer esta Cuaresma?

¿Cuáles son algunas de las incertidumbres que tengo al intentar seguir a Cristo con todas sus consecuencias?


Extractos del Leccionario de la Misa para uso en las diócesis de los Estados Unidos de América, segunda edición típica © 2001, 1998, 1997, 1986, 1970 Confraternidad de la Doctrina Cristiana, Inc., Washington, DC. Utilizado con permiso. Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este texto puede ser reproducida por ningún medio sin el permiso por escrito del propietario de los derechos de autor.