“Hazlo y sé feliz”
Cuando hermano Dogo Amaguedeau, OMI decidió seguir un llamado para convertirse en Misionero Oblato, estaba un poco aprensivo para decirle a su padre. Su padre no era católico, ni siquiera cerca.
El padre del hermano Dogo era pagano y polígamo. Tuvo cinco esposas y 50 hijos. Cuando hermano Dogo le contó a papá sobre sus intenciones de convertirse en sacerdote, la respuesta de él fue breve y simple: "Hazlo y sé feliz".
De hecho, el hermano Dogo lo está “haciendo” a medida que se acerca a su meta de convertirse en sacerdote misionero. Y de hecho es muy feliz.
El hermano Dogo creció en Garoua, Camerún. Aunque su padre era pagano, su madre era católica y ella y sus hijos asistían a una parroquia oblata. Los Oblatos venían a menudo por el Hno. La casa de Dogo para visitar, y los consideró parte de la familia mientras crecía.
“Me convertí en monaguillo y luego en lector de la parroquia”, dijo el Hno. Irse. “Pronto comencé a darme cuenta de que la vida como sacerdote sería buena para mí”.
El hermano Dogo no tardó en decidir qué tipo de sacerdote quería ser. Nunca consideró unirse a la diócesis ni a ninguna otra congregación. Sólo quería ser Misionero Oblato.
“Los Oblatos están cerca de la gente, especialmente de los pobres y abandonados”, dijo el Hno. Irse. “Eso era exactamente lo que quería ser”.
Entonces, hermano. Dogo se unió al programa de formación de los Oblatos y, desde entonces, su camino hacia el sacerdocio lo ha llevado en un viaje alrededor del mundo.
El hermano Dogo se unió al programa de prenoviciado de los Oblatos en Camerún. Pasó algún tiempo en Chad mejorando sus habilidades pastorales. Como escolástico pasó un año haciendo su regencia en Nigeria.
Durante su tiempo de estudio para el sacerdocio, el Hno. El padre de Dogo comenzó a experimentar su propia vocación religiosa. Empezó a descubrir la fe católica y se puso en contacto con los Oblatos para convertirse al catolicismo, asunto complicado por su pasado pagano. Se inscribió en clases de Catecismo y comenzó a asistir a una parroquia Oblata.
Desafortunadamente, la salud de Bro. El padre de Dogo comenzó a deteriorarse. Falleció en 2018. Los Oblatos lo bautizaron en su lecho de muerte para que pudiera morir católico.
En 2021 hermano. A Dogo le dijeron que su viaje oblato lo llevaría al otro lado del mundo. Se convirtió en estudiante de la Escuela Oblata de Teología en San Antonio, Texas. Se unió a una comunidad de formación internacional que incluía escolásticos oblatos de Zambia, Kenia, Chad, Birmania, México y Estados Unidos.
El hermano Dogo pasará los próximos años en San Antonio estudiando y preparándose para su eventual ordenación. Cuando sea ordenado, Hno. Dogo sabe que su padre estará en el cielo mirándolo desde arriba y habrá cumplido la instrucción de su padre: “Hazlo y sé feliz”.
hazlo y se feliz
Cuando el Hno. Dogo Amaguedeau, OMI siguió el llamado para convertirse en Misionero Oblato, estaba un poco nervioso de decirle a su padre, quien no era católico y estaba lejos de serlo.
El padre del Hermano Dogo era no creyente y polígamo, con cinco esposas y 50 hijos. Cuando finalmente el Hno. Dogo le dijo a su papá acerca de su intención de ser sacerdote, la respuesta fue corta y sencilla: “Hazlo y sé feliz”.
Al acercarse a su meta de convertirse en sacerdote misionero, el Hermano Dogo está en verdad “haciéndolo” y es feliz de verdad.
El Hermano Dogo creció en Garoua, Camerún, y aunque su papá no es creyente, su mamá es católica, por lo que ella y sus hijos asistían a una parroquia Oblata. Los Oblatos a menudo visitaban la casa del Hno. Dogo, quien los esperaba parte de la familia.
“En la parroquia fui acólito y luego lector”, dijo el Hno. Irse. “Pronto comencé a darme cuenta de que la vida como sacerdote sería buena para mí”.
El Hermano Dogo no tardó en decidir con quién sería el sacerdote pues nunca se encontraron a la diócesis ni a ninguna otra congregación. Solo deseaba ser Misionero Oblato.
“Los Oblatos están cerca de la gente, en especial los pobres y abandonados”, comentó el Hno. Dogo y “eso es exactamente lo que deseaba hacer”.
Así que ingresó al programa de formación Oblato y desde entonces su camino al sacerdocio lo ha llevado por todo el mundo.
El Hermano Dogo se unió al programa de prenoviciado de los Oblatos en Camerún y pasó algún tiempo en Chad, mejorando sus habilidades pastorales. Ya como escolástico pasó un año haciendo su regencia en Nigeria.
Durante los estudios para el sacerdocio, el padre del Hno. Dogo comenzó a descubrir su propio llamado religioso en la fe católica y contactó a los Oblatos para convertirse al catolicismo, algo complicado debido a su pasado como no creyente. Se inscribió a clases de catecismo y comenzó a asistir a una parroquia Oblata.
Desafortunadamente, la salud del padre del Hno. Dogo comenzó a deteriorarse y murió en 2018. Los Oblatos lo bautizaron en su lecho de muerte, para que pudiera morir siendo católico.
En 2021 el camino del Hno. Dogo como Oblato le llevó muy lejos de casa, como estudiante de la Facultad Oblata de Teología en San Antonio, Texas, donde fue parte de una comunidad internacional de formación, con escolásticos Oblatos de Zambia, Kenia, Chad, Birmania, México y los Estados Unidos.
El Hermano Dogo vivirá en San Antonio los próximos años estudiando y preparándose para su ordenación, a la cual sabe que asistirá a su padre desde el Cielo, habiendo hecho lo que le dijo: “Hazlo y sé feliz”.
P. Louis Studer, OMI
Provincial, Provincia de los Estados Unidos
febrero 2022
Febrero de 2022
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