Los Oblatos Celebran 175 Años En los Estados Unidos

por el Hno. Richard Cote, O.M.I. Historiador/Archivista, Santuario San José Labrador, Lowell, Massachusetts

Este año es el 175 Aniversario de la llegada de los primeros misioneros Oblatos a los Estados Unidos en 1847 a lo que entonces se conocía como el Territorio de Oregón e incluía a los actuales estados de Oregón y Washington.

En 1846, el recién nombrado Obispo de Walla Walla, Magloire Blanchet, presentó solicitó algunos misioneros Oblatos y el Padre Bruno Guigues, Superior de los Oblatos en Norteamérica envió la solicitud al Superior General, Obispo Eugenio de Mazenod en Marsella, Francia.

El Obispo de Mazenod había enviado a los primeros Oblatos a Canadá en 1841 y en tan solo seis años la congregación se había expandido al Noroeste del Pacífico. El Padre Guigues, quien después sería el primer Obispo de Bytown (Ottawa) y el Obispo Ignace Bourget, (Montreal), un amigo cercano del Obispo de Mazenod, estaban interesados en esa fundación. El Padre Pascual Ricard, O.M.I. fue nombrado Superior de la misión de Oregón el 8 de enero de 1847.

El 11 de enero de 1847 el Consejo General en Marsella señaló un compromiso entre el P. Guigues y el Obispo Magloire Blanchet del entonces Walla Walla, Washington: “Existen fuertes motivos a favor de este proyecto. La ventaja de aceptar todas las misiones (Nativas Americanas) de Norteamérica, de expandirnos de un océano a otro, de establecernos en territorios que rodean a la Bahía Hudson, donde la congregación ya está establecida, y el bien por realizar en misiones totalmente nuevas entre las numerosas tribus aun infieles…”.

Habiendo zarpado de El Havre el 14 de febrero de 1847, los misioneros no llegaron a Walla Walla sino hasta el 5 de septiembre. El Obispo Magloire Blanchet ordenó al sacerdocio a los escolásticos Chirouse y Pandosy el 2 de enero de 1848. Georges Blanchet siguió siendo Hermano por un largo tiempo y fue ordenado sacerdote el 1° de noviembre de 1892.

El recibimiento del Obispo Blanchet hacia los Oblatos fue bastante frío, lo que entristeció al Obispo de Mazenod al enterarse de ello y pensó en advertir al Obispo Bourget:

“Debo mencionar confidencialmente la poca respuesta ofrecida por el Obispo de Walla Walla a la prontitud con la que en su llamado urgente le proveí de devotos misioneros. En el trayecto en que nuestros buenos padres cruzaban el mar y creyendo que serían suficientes, supongo le contrarió verlos llegar. En primer lugar los recibió muy fríamente y no parece ser más amigable con ellos desde entonces. Lo que me preocupa es que la distancia entre nosotros y esos buenos misioneros significa que pasarán un muy mal rato antes de que pueda hacerles llegar los suministros que había asumido el prelado les proveería, pues me los solicitó como un gran favor, según atestigua su carta”.

El Obispo Bourget trató de tranquilizar al fundador: “El Padre Ricard y sus hermanos pueden haber estado algo sorprendidos con la frialdad del Obispo de Walla Walla, pero confío en que al haber vivido con él podrán juzgar mejor su bondadoso corazón. Por naturaleza es serio, poco emotivo e incluso frío cuando conoce a alguien por primera vez. Dios quiera esto sea solo el efecto del viaje y lo trascendental del momento”.

El Obispo de Walla Walla pidió a los Oblatos iniciar la misión con los nativos Walla Walla y Yakima. En 1847 comenzaron la construcción de una capilla de madera y una casa en la unión de los Ríos Yakima y Colombia, dedicando la misión a Santa Rosa de Lima.

Además de que los misioneros vivían en extrema pobreza, había un malentendido entre el P. Pascal Ricard, el Superior, y el Obispo Magloire Blanchet de Walla Walla, pues deseaba tratar a los Oblatos como si fueran sacerdotes diocesanos. El Padre Guigues escribió al Obispo Bourget: “Recibí noticias del P. Ricard en Oregón; parece que el Obispo de Walla Walla se dejó influenciar por las ideas extraordinarias de su hermano (el Arzobispo Norbert Blanchet de la Ciudad de Oregón) sobre las órdenes religiosas. Sin embargo, puse como condición para este establecimiento el renunciar a tales ideas que consideré dañinas y que me hubieran hecho no aceptar dicha fundación”.

Las dificultades continuaron para los Oblatos en el Territorio de Oregón hasta el 15 de agosto de 1878, en que fueron transferidos a la Diócesis de Westminster, Columbia Británica. El 13 de enero de 1857 el P. Ricard escribió al Superior General: “El cielo en su bondad es prodigioso con el consuelo que no nos atrevíamos a esperar y la notoria acción de la Providencia. Estamos muy sorprendidos ante las maravillas de gracia que se logran frente a nuestros ojos y los Protestantes están aún más asombrados. A diario nos llegan nuevos grupos de nativos para escuchar la Palabra de Dios e impregnarse de la vida espiritual, recibiendo los sacramentos. Y eso a pesar del metro de nieve afuera…”

Algunos más de los Primeros Ministerios Oblatos en los E.U.

Brownsville, Texas

En 1849 los Oblatos aceptaron el desafío de extender la presencia de la Iglesia católica en Texas hacia el Valle del Bajo Río Grande, donde no había iglesias en esa época. Al principio los Oblatos encontraron muy poco apoyo de la gente en y cerca de Brownsville, pero poco a poco ganaron la confianza de más personas.

A los Oblatos que realizaban su ministerio a caballo en Texas y el norte de México de 1849 a 1904 se les conoce tradicionalmente como la Caballería de Cristo. Fueron afectados por los turbulentos eventos de la historia inicial del Valle del Río Grande: falta de leyes en la frontera, guerras civiles en ambos países, la fiebre amarilla y huracanes. Siete Oblatos fallecieron entre 1853 y 1862, llevando a San Eugenio de Mazenod, el fundador, a exclamar: “”¡Cruel misión de Texas!”.

Buffalo, Nueva York

En 1850 el Obispo Eugenio de Mazenod aceptó la invitación del Obispo de la Diócesis de Buffalo de encomendar a los Oblatos un seminario mayor, una universidad y una parroquia. El 26 de julio de 1850 llegaron tres Oblatos a Buffalo. En 1851 los Oblatos quedaron a cargo de la Universidad Católica de Buffalo, que también era el Seminario Mayor. Ese primer año los seminaristas pagaron $130 por sus gastos anuales.

El trabajo de los Oblatos en la Parroquia de los Santos Ángeles comenzó en 1852 y continuó siendo su hogar hasta 2020. En su apogeo, la iglesia parroquial tenía registrados a más de 500 estudiantes.

Además de estar en la universidad y las parroquias, los Oblatos en Buffalo eran conocidos por sus predicaciones de misión. En un período de 6 años, realizaron cerca de 200 misiones y retiros. El Padre Eduardo Chevalier, O.M.I. afirmó: “No creo equivocarme al decir que sin esas misiones se hubiera perdido a la mitad de los católicos”.

Lowell, Massachusetts

En 1867 los Oblatos fueron llamados a una parroquia para servir a la gente de habla francesa en Lowell. El Padre Andrew-Marie Garin, O.M.I. y el Padre Cándido Lagier, O.M.I. llegaron en abril de 1868 y predicaron la primera misión en el sótano de la Iglesia San Patricio.

Fue tanta la inspiración lograda en la gente que en un mes recaudaron los fondos y compraron una iglesia protestante para ellos, a la que dieron el nombre de San José. Fue la primera parroquia establecida en Lowell para atender las necesidades espirituales de los inmigrantes de habla francesa. En 1956 la iglesia fue dedicada como santuario en honor de San José Labrador, donde los Oblatos continúan su ministerio hasta hoy.