Novena del Santo Rosario
29 de septiembre – Ave María, llena eres de gracia
“Y acercándose a ella, dijo: 'Salve, llena de gracia, el Señor está contigo'” (Lc 1,28) María, el arcángel Gabriel os saludó para anunciaros la Anunciación. Este mensaje de Dios debe haber evocado sentimientos de miedo, asombro y felicidad. Rezo por tu intercesión cuando yo también tengo emociones encontradas. Ayúdame a resolver mis verdaderos sentimientos y acompáñame mientras lucho por encontrar mi camino. Amén.
30 de septiembre – El Señor está contigo
Madre celestial, como tu divino Hijo, eres un don de Dios. Fuiste perfectamente creado en bondad, lleno de gracia y caridad sin límites. Quédate con nosotros ahora, María, mientras seguimos tus santos caminos. Que podamos imitar tu bondad y esforzarnos siempre por hacer la voluntad de Dios. Enséñanos a ser amables y generosos, faros de paz y de amor por dondequiera que vayamos. Amén.
1 de octubre – “Bendita tú entre las mujeres”
“Porque ha mirado la bajeza de su sierva; he aquí, desde ahora en adelante me llamarán bienaventurada todas las edades.” (Lc 1,48) ¡Bendita tú, María, Madre de Dios! Fuiste escogida por el Padre para ser concebida sin pecado y ser la madre de su único Hijo, Jesús. Ayúdanos a vivir como tú viviste, María. Somos pecadores, pero nos esforzamos por ser mejores. Guíanos mientras luchamos por hacer la voluntad de Dios. Escucha nuestras oraciones de ayuda y llévanos a salvo al Padre Todopoderoso que está en los cielos. Amén.
2 de Octubre – Y bendito el Fruto de tu vientre, Jesús
María, tú diste a luz al Hijo de Dios. Sabemos que no pudo nacer de nadie más que de ti, la Virgen Inmaculada. Criaste a Jesús para conocer y amar a Su Padre, y le enseñaste a vivir una vida espiritual dedicada a los demás. Quédate siempre con nosotros, María, como nuestra madre y guía espiritual. Amén.
3 de octubre – Santa María, Madre de Dios
“¿Y cómo me sucede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?” (Lucas 1:43) Te pido siempre intercesión, María, porque eres la Madre de Dios. Soy bendecido por tu presencia. Santa María, acepta mis oraciones como prueba de mi amor y devoción por ti y por favor presenta mis intenciones a tu divino Hijo, Jesús. Amén.
4 de octubre – Ruega por nosotros pecadores
María, naciste sin pecado. Mientras nos esforzamos por seguir tus pasos, parece que vacilamos a diario. Muéstranos cómo vivir según la voluntad de Dios y ayúdanos a esforzarnos siempre por hacer más en Su nombre. Buscamos tu guía, Madre celestial, mientras nos acercamos con el amor de Dios para traer esperanza y felicidad a nuestro mundo atribulado. Amén.
5 de octubre – Ahora, y en la hora de nuestra muerte
María, te pedimos que intercedas por nosotros en nuestras necesidades espirituales y materiales diarias. Buscamos especialmente tu guía durante nuestra hora final, cuando el miedo a la muerte da paso a la promesa de la inmortalidad. Guíanos a vivir en los caminos santos de Dios, para que cuando pasemos de esta vida terrenal, podamos resucitar en el reino celestial. Amén.
6 de octubre – Amén
Madre de Dios, te pido que aceptes mis oraciones del Santo Rosario y escuches mi súplica por tu intercesión. En ti pongo toda mi confianza, ya que tus oraciones ante Dios son poderísimas. Para mayor gloria de Dios y por Jesús, tu amado Hijo, escucha y concede mis oraciones. Amén.
7 de octubre – Nuestra Señora del Rosario, ruega por nosotros
Mi queridísima madre María, hoy concluyo estos nueve días de oración en tu nombre. Te pido que concedas mis peticiones y siempre me guíes. Por tu santa intercesión y con tu guía, confío en que mis oraciones han sido escuchadas. Ayúdame a aceptar y comprender la respuesta de Dios a estas oraciones. Oro para que pueda estar para siempre lleno del calor del amor de Dios. Amén.