February 2019
Febrero de 2019
Desplácese hacia abajo en los artículos de la versión en español.
Inside
From the Provincial Fr. Louis Studer, O. M. I.
Making a Difference for 75 Years in Haiti
Oblate Crossings
Celebrating 25 Years of the Missionary Oblates Woods Nature Preserve
The Favelas Are My Kind of Place
The Art of Faith
America’s Senior Oblate Fr. Clarence Zachman Celebrates his 70th Anniversary of Priesthood
“I come from the end of the earth.”
Oblates Respond to Tijuana Migrant Crisis
Saling Away to A Missionary LIfe
Brother Andy Lawlor, O.M.I. Finding His Calling As An Oblate Brother
Donor Highlight Dee and Jack Moynihan
America’s Senior Oblate Fr. Clarence Zachman Celebrates his 70th anniversary of Priesthood
At the age of 98, Fr. Clarence Zachman, O.M.I. is the oldest Missionary Oblate in the United States. But you wouldn’t know it by his actions. He is always quick with a word of encouragement or advice. He doesn’t need a cane, walker or wheelchair to get around, and he still drives.
Recently Fr. Clarence reached a milestone that only a handful of men have reached before – 70 years as a Missionary Oblate priest. In September he celebrated his anniversary at a special Mass held for Oblate jubilarians at the National Shrine of Our Lady of the Snows. Father Clarence was one of the first to arrive, one of the last to leave and had no problem driving himself to and from the event.
“I am so grateful to the Lord for allowing me to have so many joyous years of ministry, and being able to become friends with many wonderful people,” said Fr. Clarence. “What keeps me young is that I am always looking to improve my personal relationship with God – even as a 98-year-old priest.”
Father Clarence was ordained in 1948 and spent most of his early years as an Oblate teaching at Our Lady of the Ozarks College until 1961. He then joined the United States Air Force as a Military Chaplain, and for the next 20 years was stationed in countries all over the world.
“As Oblates we are called to serve the poorest of the poor,” said Fr. Clarence. “As an Air Force chaplain, I met many people who needed help, especially during wartime. I was honored to serve people serving our country.”
Father Clarence retired from the Air Force in 1981 and then ministered at the National Shrine of Our Lady of the Snows. Today he can still be found many days at the Shrine – talking, counseling and praying with pilgrims.
Here Fr. Clarence reflects on his 70-year journey as a Missionary Oblate priest:
To my friends,
My vocation came first from God. Then it came from my parents who were a sign that God is love. They had eight children. The three girls became Franciscan Sisters and two of the boys became Oblates of Mary Immaculate.
I attended grade school at an Oblate parish. It was at First Communion that I asked Jesus what He wanted me to do when I got big. He responded, “Be a priest.” I thought I was not smart enough to do so. But Jesus answered that He would take care of me. I think Jesus must have told my teachers to pass me so that they wouldn’t have to deal with me for another year.
I was ordained in 1948 and ministered at parishes and schools throughout the Midwest. Sometimes I was fearful, but Jesus was always there reminding me not to worry. He would help me. He would never let me down. In 1961 I joined the Air Force as a military chaplain. I was 41 years old, two years past the maximum age limit. It took an Act of Congress for me to join. My ministry over the next 20 years was one of love – a love for the service men and women, and for their families. I enjoyed every day of my work.
I retired from the Air Force in 1981 and came to the National Shrine of Our Lady of the Snows. I helped out wherever I was needed. I would tell the pilgrims that God wants me to give them a message – that God loves you. That is the Good News. Eventually I developed the habit of telling people a simple message, “God loves you and so do I.” I’m sure I’ve repeated this phrase tens of thousands of times. It’s such a simple but vitally important message to be reminded of.
During my retirement God has always had a plan for me. And I know that He will continue to have a plan for me for as long as I live. It’s simple, just let God be God, because God is love. I am always being reminded of His love. God has taken care of me every single day, and He will do so for every day to come.
Fr. Clarence
El Oblato de Mayor Edad en Estados Unidos, el P. Clarence Zachman Celebra su 70 Aniversario de Sacerdocio.
A los 98 años de edad, el P. Clarence Zachman, O.M.I. es el Misionero Oblato de más edad en los Estados Unidos, aunque no lo sabrías por su forma de ser. Siempre tiene una palabra de aliento o consejo. No necesita bastón, andadera ni silla de ruedas para moverse y aun conduce su auto.
Hace poco, el P. Clarence logró algo que muy pocos han alcanzado antes: 70 años como sacerdote Misionero Oblato. En septiembre celebró su aniversario en una Misa para los jubilares en el National Shrine of Our Lady of the Snows. El Padre Clarence fue uno de los primeros en llegar y de los últimos en irse: en su automóvil.
“Estoy muy agradecido con el Señor por permitirme tantos años de alegría en mi ministerio y por ser amigo de tanta gente maravillosa,” dijo el P. Clarence. “Lo que me mantiene joven es el siempre buscar mejorar mi relación personal con Dios como sacerdote, incluso a mis 98 años.”
Tras ser ordenado en 1948, la mayor parte del ministerio del Padre Clarence en sus primeros años fue como profesor en el Colegio Our Lady of the Ozarks, hasta 1961. Luego se unió a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos como Capellán Militar, yendo a las estaciones de varios países en todo el mundo, por los siguientes 20 años.
“Como Oblatos somos llamados a servir a los más pobres de los pobres, dijo el P. Clarence. “Como capellán de la Fuerza Aérea conocí a mucha gente que necesitó ayuda, especialmente en tiempos de guerra. Fue un honor trabajar con quienes servían a nuestro país.”
El Padre Clarence se retiró de la Fuerza Aérea en 1981, trabajando después en el National Shrine of Our Lady of the Snows. Hoy en día todavía se le encuentra muchos días charlando en el Santuario, dando consejos y rezando con los peregrinos.
A continuación el P. Clarence reflexiona sobre su trayectoria de 70 años como sacerdote Misionero Oblato:
A mis amigos:
Antes que nada, mi vocación provino de Dios. Luego de mis padres, quienes fueron un signo de que Dios es amor. De sus ocho hijos, tres se convirtieron en Hermanas Franciscanas y dos fuimos Oblatos de María Inmaculada.
Asistí a la primaria de una parroquia Oblata. En mi Primera Comunión le pregunté a Jesús qué quería que hiciera al crecer. Me respondió: “sé sacerdote”. No me creí lo suficientemente brillante para hacerlo, pero Jesús me respondió que Él cuidaría de mí. Creo que Jesús fue quien dijo a mis maestros que me aprobaran, para que no tuvieran que tenerme un año más.
Fui ordenado en 1948 y trabajé en parroquias y escuelas en el Medio Oeste. En ocasiones sentía temor, pero Jesús siempre estuvo ahí, recordándome no preocuparme: Él me ayudaría, y nunca me abandonó. En 1961 me uní a la Fuerza Aérea como capellán militar. Tenía 41 años, dos más de la edad máxima permitida. Necesité un Acta del Congreso para poder unirme. Mi ministerio en los siguientes 20 años fue de amor: al servicio de hombres, mujeres y sus familias. Disfruté cada día de mi trabajo.
Me retiré de la Fuerza Aérea en 1981, llegando al National Shrine of Our Lady of the Snows. Ayudé donde fuera necesitado. Les decía a los peregrinos que Dios quiere que les dé un mensaje: Dios les ama. Esas son las Buenas Nuevas. Con el tiempo, me habitué a darle a la gente un sencillo mensaje: “Dios les ama, al igual que yo”. Estoy seguro de haber repetido esta frase miles de veces. Es un mensaje muy sencillo, pero de vital importancia para que nos sea recordado.
En mi retiro, Dios siempre ha tenido un plan para mí y sé que continuará teniéndolo en tanto viva. Es sencillo, solo dejar a Dios ser Dios, porque Dios es amor. Siempre me recuerdan de Su amor. Dios me ha cuidado todos y cada uno de mis días, y así será en todos los siguientes.
P. Clarence
Pull Quote
“Lo que me mantiene joven es el siempre buscar mejorar mi relación personal con Dios como sacerdote, incluso a mis 98 años.”