Worthy of this Great Vocation Bro. George Litiya, O.M.I.
In 1983 the Missionary Oblates in Texas accepted the challenge of starting a new ministry in the African nation of Zambia. Four Oblate Texans were assigned to the mission. And each one of those pioneer Oblates would have a significant impact on the life of a young man who would carry on their missionary spirit.
“The Oblates have been part of my life from the very beginning,” said Bro. George Litiya, O.M.I. who was born in 1983. “I was baptized by Bro. John Kaplinger, O.M.I. who was one of those first Oblates to come to Zambia from Texas.”
Today Bro. George is part of the formation staff at the Oblate Novitiate in Godfrey, Illinois. He is grateful to the trailblazing Oblates of Zambia who were part of his Oblate journey, a voyage that truly started from the cradle.
Brother George grew up in the Oblates’ Sancta Maria Parish in Lukulu in the Western Province of Zambia. The parish was one of the first missions established by the Oblates in Zambia and is still a vital part of their ministry today.
Brother George became an Altar Server at Sancta Maria while in grade school. He was confirmed by Bp. Paul Duffy, O.M.I. who was a founding member of the Oblate delegation to Zambia.
In high school Bro. George became active in youth ministries coordinated by the Oblates. He began thinking about the possibility of religious life after getting to know the Oblate scholastic brothers who came to the area to take part in parish and youth ministries.
When Bro. George decided to formally pursue the possibility of becoming a Catholic missionary, he had to decide which community to join. A trade center he attended after high school to study auto mechanics was run by the Christian Brothers so that was one possibility. But he also felt a strong connection to the Oblates who he had known all his life.
“One day after Mass Fr. Ron Carignan, O.M.I. asked me about my future,” said Bro. George. “The next day I met with Fr. Ron, who was the Delegation Superior at the time, and he shared with me more about the Oblates. Father Ron tied it all together for me and that convinced me to join the Oblates.”
Brother George contacted the Oblates’ Vocation Director, Fr. Ron Walker, O.M.I. who suggested he continue with his auto mechanics studies while waiting for admission to the formation program. That suggestion proved wise as Bro. George’s auto mechanic skills would become very valuable later in his Oblate ministries.
After two years at the Oblate pre-novitiate program in Zambia, Bro. George spent his novitiate year in Namibia. His Novice Master there was Fr. Pat Gizen, O.M.I. who was also one of the four founding members of the Oblates’ Zambia mission.
Brother George then attended the Oblate seminary in South Africa. During his pastoral internship he ministered at the Oblates’ Radio
Liseli in the Diocese of Mongu in Zambia. Brother George helped to broadcast a variety of religious programs that could be heard throughout the western portion of the country. This ministry is especially important to people living in isolated rural villages where access to the Word of God is almost non-existent.
While in Mongu Bro. George was part of the Jack Joyce Oblate Community, named after Fr. Jack Joyce, O.M.I. the fourth Texan who was part of the original Oblate Zambian delegation.
Brother George took final vows in 2013. His first assignment was as part of the pastoral team at St. Michael Parish in Kalabo. The parish has numerous mission centers connected to it out in remote villages. Brother George would spend weeks at a time visiting these villages to bring them the Word of God.
In 2015 Bro. George’s knowledge about mechanics came in good use when he was assigned to help operate a garage run by the Oblates in Lusaka. The garage fixes vehicles for the Oblates and other religious congregation. With many roads in Zambia nearly impassable, having a garage with good mechanics is vital for the Oblates to reach out to the most isolated.
In 2019 Bro. George returned to South Africa for advanced studies. He then got the shock of his life when he received an obedience halfway around the world, as a member of the formation team at the Oblate Novitiate in Godfrey, Illinois. The novitiate is for the United States Province but welcomes novices from around the world, particularly Zambia. Currently there are three Zambian Oblates there.
As part of the novitiate team Bro. George teaches a class on the charism of St. Eugene De Mazenod, founder of the Missionary Oblates. Saint Eugene once instructed his followers – “Let us bow down, listen respectfully, admire in silence. Let us swear to be faithful and to become worthy of this great vocation.”
As a child Bro. George admired the Oblates in silence. As a seminarian he listened to them respectfully. And today he bows down in
obedience to their missionary work that is transforming the lives of the poor and needy around the world. He has sworn to be faithful,
and is indeed worthy of this great vocation.
Digno de esta Gran Vocación Hno. George Litiya, O.M.I.
En 1983 los Misioneros Oblatos de Texas aceptaron el desafío de iniciar un nuevo ministerio en la nación africana de Zambia, asignando a cuatro Oblatos texanos para la misión. Cada uno de esos Oblatos pioneros tendría una importante repercusión en la vida de un joven que continuaría su espíritu misionero.
En 1983 los Misioneros Oblatos de Texas aceptaron el desafío de iniciar un nuevo ministerio en la nación africana de Zambia, asignando a cuatro Oblatos texanos para la misión. Cada uno de esos Oblatos pioneros tendría una importante repercusión en la vida de un joven que continuaría su espíritu misionero.
“Los Oblatos han sido parte de mi vida desde el comienzo”, dijo el Hno. George Litiya, O.M.I., quien nació en 1983. “Me bautizó el Hno. John Kaplinger, O.M.I., uno de los primeros Oblatos que llegaron a Zambia de Texas”.
Hoy en día el Hno. George es parte del equipo de formación en el Noviciado Oblato de Godfrey, Illinois y está agradecido con los primeros Oblatos llegados a Zambia, que fueron parte de su trayecto que comenzó realmente desde la cuna.
El Hermano George creció en la Parroquia Oblata Santa María en Lukulu, al oeste de Zambia, que fue una de las primeras misiones establecidas por los Oblatos en el país, y que sigue siendo una parte vital de su ministerio actual.
Cuando estudiaba la primaria, el Hermano George era acólito en Santa María. Fue confirmado por el Obispo Paul Duffy, O.M.I., miembro fundador de la delegación Oblata en Zambia.
Ya en la preparatoria, el Hno. George participó activamente en los ministerios juveniles coordinados por los Oblatos y comenzó a pensar en la posibilidad de la vida religiosa después de conocer a los hermanos escolásticos Oblatos que llegaron para participar en los programas juveniles de la parroquia.
Cuando el Hno. George decidió formalmente explorar la posibilidad de convertirse en misionero católico, tuvo que decidir a qué comunidad ingresaría. Al terminar la preparatoria asistió a un centro de comercio para un curso de mecánica automotriz dirigido por los Hermanos Cristianos, que era otra posibilidad, aunque también sentía un fuerte vínculo con los Oblatos, a quienes había conocido toda su vida.
“Un día, al terminar la Misa, el P. Ron Carignan, O.M.I. me preguntó acerca de mi futuro”, comentó el Hno. George. “Al día siguiente me reuní con el P. Ron, que era el Superior de la Delegación en esa época y compartió conmigo más información acerca de los Oblatos, y la plática me dio lo que necesitaba para convencerme de unirme a ellos”.
Así fue que el Hermano George se puso en contacto con el Director Vocacional de los Oblatos, el P. Ron Walker, O.M.I., quien le sugirió terminar sus estudios de mecánico automotriz mientras esperaba ser admitido al programa de formación. Esa sugerencia fue muy útil, pues la habilidad del Hermano como mecánico le sería de mucha ayuda más adelante en sus ministerios como Oblato.
Al terminar los dos años del programa de prenoviciado Oblato en Zambia, el Hno. George fue a Namibia para su año de noviciado. Su Maestro de Novicios, el P. Pat Gizen, O.M.I., había sido uno de los cuatro miembros fundadores de la misión Oblata en Zambia.
Después, el Hno. George fue al seminario de los Oblatos en Sudáfrica y durante su práctica pastoral, trabajó en la Radio Liseli de los Oblatos, en la Diócesis de Mongu en Zambia, ayudando a transmitir varios programas religiosos que llegaban a la parte oeste del país. Este ministerio es de especial importancia para la gente que habita en las aldeas rurales remotas, donde casi no existe el acceso a la Palabra de Dios.
Durante su estancia en Mongu, el Hno. George fue parte de la Comunidad Oblata Jack Joyce, que recibió su nombre del cuarto Oblato texano que fuera parte de la delegación Oblata original en llegar a Zambia.
El Hermano George tomó sus votos finales en 2013 y su primera asignación fue para formar parte del equipo pastoral en la Parroquia San Miguel en Kalabo. La parroquia cuenta con varios centros de misión vinculados con las aldeas remotas. El Hermano George pasaba varias semanas cada vez visitando las aldeas, llevándoles la Palabra de Dios.
En 2015 el conocimiento mecánico del Hno. George le fue muy útil cuando fue asignado a ayudar a operar un taller dirigido por los Oblatos en Lusaka, donde se reparan vehículos para los Oblatos y otra congregación religiosa. En Zambia los caminos son muy difíciles de transitar, y un taller con buenos mecánicos es esencial para que los Oblatos lleguen a la gente de las zonas más aisladas.
En 2019 el Hno. George volvió a Sudáfrica para estudios avanzados y tuvo la sorpresa de su vida al recibir una obediencia para ir al otro lado del mundo, como miembro del equipo de formación en el Noviciado Oblato en Godfrey, Illinois. Aunque el noviciado es para la Provincia de los Estados Unidos, también recibe novicios de todo el mundo, en especial de Zambia, de donde hay tres estudiantes Oblatos actualmente.
Como parte del equipo del noviciado, el Hno. George imparte una clase acerca del carisma de San Eugenio de Mazenod, fundador de los Misioneros Oblatos, quien en alguna ocasión les comentó a quienes le seguían: “Inclinémonos escuchando con respeto, admirando en silencio. Juremos ser fieles y hacernos dignos de esta gran vocación”.
Siendo niño, el Hno. George admiraba a los Oblatos en silencio; como seminarista, les escuchó con respeto y ahora se inclina obediente ante su tarea misionera que transforma las vidas de los pobres y necesitados en todo el mundo. Ha jurado ser fiel y en verdad es digno de esta gran vocación.
P. Louis Studer, O.M.I.
Provincial, Provincia de los Estados Unidos
February 2022
Febrero de 2022
Desplácese hacia abajo en los artículos de la versión en español.
Inside
Standing on the Shoulders of Giants
My Life Has Been a Great Adventure
“A Place Set Apart” for Oblate Novices
Oblates Celebrate Olympic Gold
Giving his Life to God the Happy Trails of Fr. Mike Amesse, O.M.I.