Oblate World JuneJune 2019
Junio de 2019
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Inside

From the Provincial Fr. Louis Studer, O. M. I.

Making a Difference for 75 Years in Haiti

Oblate Crossings

Celebrating 25 Years of the Missionary Oblates Woods Nature Preserve

The Favelas Are My Kind of Place

The Art of Faith

America’s Senior Oblate Fr. Clarence Zachman Celebrates his 70th Anniversary of Priesthood

“I come from the end of the earth.”

Oblates Respond to Tijuana Migrant Crisis

Saling Away to A Missionary LIfe

Brother Andy Lawlor, O.M.I. Finding His Calling As An Oblate Brother

Donor Highlight Dee and Jack Moynihan

 

 

Generous Supporters Help Tijuana Youth Attend World Youth Day After Scam

Father Jesse Esqueda, O.M.I. was excited to be able to offer 19 youth of his Tijuana, Mexico parish a once-in-a-lifetime opportunity to travel to the 2019 World Youth Day (WYD) in Panama.  The youth were excited too; for a year and a half, they worked hard to raise money for the trip.

The group raised over $20,000 and the money was placed with a Mexican travel agency specializing in travel arrangements for groups heading to World Youth Day.  In addition to the Oblate group, the travel agency was handling travel arrangements for 11 dioceses in Mexico and had collected a grand total of $500,000.

All seemed in order until Fr. Jesse received the shocking news on Monday, January 14 that all the money for the group was gone.  Tragically, they were the victims of an elaborate scam.  They were devastated; their trip was planned for January 19 and there was no way to raise the funds in time.  Or so they thought.

Father Jesse recounted the events on Monday that revealed the scam: “A group from the Diocese of Zacatecas planned to attend the WYD pre-events and was instructed to make a bus ride to Mexico City airport to transport them to Panama.  When they arrived at the airport, they were met with confusion by airport personnel about their promised chartered plane to Panama.  With attempts to contact the company for explanations, calls were unanswered and their contact person was nowhere to be found.  Needless to say, word spread fast to the other 400+ youth that had used the same company.”

“The youth are devastated with this reality,” Fr. Jesse said. “Our youth worked for over a year to save money to go to Panama.  They sold thousands of tamales, washed hundreds of cars, sold countless raffle tickets and participated in many other fundraising events to raise enough money to pay for their trip.  We don’t know what the next step is at this point.  We paid over $20,000 to the company for arrangements for airfare, ground transportation, lodging and meals.  The youth were looking forward to this great event and to see Pope Francis.  This was going to be the first trip outside of Mexico for most of the youth from our group.”

The night after the discovery, Fr. Jesse called an emergency meeting to inform the kids.  He said the kids were crying, heartbroken and expressed doubt that they could go.  Some said they gave up hope knowing they wouldn’t be going.

In this seemingly hopeless situation, the Oblates decided to offer a glimmer of hope to the despairing youth.  Bishop Michael Pfeifer, O.M.I., Bishop emeritus of the Diocese of San Angelo, Texas began canvassing his list of contacts.  In addition, Fr. David Uribe, O.M.I., Director of the Oblate Missionary Society (the fundraising arm of the Oblates) asked the Charitable and Planned Giving department to see if they could do anything to help.

The team of fundraisers made a goal to replace the stolen money within three days.  By Wednesday, phone calls by Bp. Pfeifer and Fr. Uribe to Oblate donors began replacing the lost travel funds at a surprisingly fast rate.  The calls continued as the group inched toward the goal.  On January 17, just before noon, a donor pledged the remaining amount.  Within the span of four days, a heartbreaking act of thievery became a story of generosity and love.

Father Jesse was happy to share that he and his group arrived in Panama safely:

“We FINALLY made it to Panama!!  THANK GOD, we were able to buy flight tickets, get lodging and register for the WYD events at the last minute.  However, the only possible journey for us was Tijuana to Mexico City to San Jose, Costa Rica then 19 hours on a bus from Costa Rica to Panama City!  It was a long journey but we were HAPPY TO TAKE IT!

“Words cannot fully express the gratitude we feel for your concern, support and prayers!  This was a TRUE MIRACLE of Love.  Tragedies turn in to blessings with FRIENDS LIKE YOU!”

When the youth were asked what advice they would give others preparing for the next World Youth Day, they were quick to offer some profound words of wisdom: “Never give up; overcome money, people and circumstances.”  “Be spiritually prepared through prayer.”  “Live in the moment, always having faith and always be thankful.”

Generoso Apoyo para los Jóvenes en Tijuana que Asisten a la Jornada Mundial de la Juventud después de la Estafa

El Padre Jesse Esqueda, O.M.I. estaba emocionado de poder dar a 19 jóvenes de su parroquia en Tijuana, México, la oportunidad única en la vida de viajar a la Jornada Mundial de la Juventud 2019 en Panamá.  Los jóvenes también estaban emocionados, pues por año y medio trabajaron mucho para recaudar dinero para el viaje.

El grupo recaudó más de $20,000, que se entregaron a una agencia mexicana de viajes que se especializaba en grupos para ir a la Jornada Mundial de la Juventud. Además del grupo de los Oblatos, la agencia de viajes hacía arreglos para 11 diócesis en México, recaudando un total de  $500,000.

Todo parecía en orden, hasta que el lunes 14 de enero el P. Jesse recibió la terrible noticia de que todo el dinero había desaparecido. Lamentablemente fueron víctimas de una estafa bien elaborada.  Estaban devastados; su viaje estaba planeado para el 19 de enero y no había forma de recaudar más fondos a tiempo. O al menos eso pensaban. 

El Padre Jesse relata los sucesos que revelaron la estafa: “Un grupo de la Diócesis de Zacatecas planeaba asistir a los actos previos a la JMJ y les informaron debían ir por autobús al aeropuerto de la Ciudad de México para ser llevados a Panamá. Al llegar al aeropuerto encontraron la confusión del personal del aeropuerto acerca de su supuesto vuelo rentado a Panamá.  Al intentar llamar a la compañía para saber qué sucedía, no tuvieron respuesta y no pudieron localizar a su contacto.  De inmediato se corrió la voz a los más de 400 jóvenes que utilizaron a la misma compañía.”

“La situación fue devastadora para los jóvenes,” dijo el P. Jesse. “Trabajaron por más de un año para ahorrar el dinero para ir a Panamá. Vendieron miles de tamales, lavaron cientos de autos y vendieron innumerables boletos de rifa y muchos otras actividades y recaudar fondos suficientes para el viaje. No sabíamos qué iba a pasar. Pagamos más de $20,000 a la compañía para los arreglos de los vuelos, transporte terrestre, alojamiento y alimentos. Los jóvenes esperaban este gran evento y ver al Papa Francisco.  Para la mayoría de los jóvenes de nuestro grupo este era su primer viaje fuera de México.”

La noche del descubrimiento el P. Jesse llamó a una reunión de emergencia para informar a los muchachos de lo sucedido. Dice que lloraban descorazonados y con incertidumbre de si podrían ir. Algunos perdieron la esperanza sabiendo que no podrían Ir. 

En esta situación que parecía no tener esperanza, los Oblatos decidieron ofrecer un rayo de esperanza a los agobiados jóvenes.  El Obispo Michael Pfeifer, O.M.I., Obispo Emérito de la Diócesis de San Angelo, Texas comenzó a revisar su lista de contactos.  Además, el P. David Uribe, O.M.I., Director de la Asociación Misionera Oblata (oficina de recaudación de fondos de los Oblatos) preguntó al departamento de Aportaciones Caritativas y Planeación si podrían ayudar.

La meta del grupo recaudador de fondos fue reponer el dinero robado en tres días. Para el miércoles, las llamadas del Obispo Pfeifer y el P. Uribe a los benefactores Oblatos comenzó a traer fondos con una rapidez sorprendente.  Las llamadas siguieron mientras se acercaban a la meta. El 17 de enero, justo antes del mediodía, un benefactor ofreció la cantidad faltante.  En solo cuatro días el robo que rompió los corazones de los jóvenes se convirtió en una historia de generosidad y amor.

El Padre Jesse estaba feliz al compartir que él y su grupo habían llegado bien a Panamá:

 “¡¡POR FIN llegamos a Panamá!!  GRACIAS A DIOS pudimos comprar los boletos, encontrar alojamiento y registrarnos para los eventos de la JMJ en el último minuto. ¡Sin embargo, el único trayecto posible para nosotros fue de Tijuana a la Ciudad de México, de ahí a San José, Costa Rica y 19 horas en autobús de Costa Rica a la Ciudad de Panamá!  ¡Fue un largo viaje, pero ESTUVIMOS FELICES DE HACERLO!

“¡Las palabras no pueden expresar suficientemente nuestra gratitud por su preocupación, apoyo y oraciones!  Este fue un VERDADERO MILAGRO de Amor.  LOS AMIGOS COMO USTEDES convierten las tragedias en bendiciones.”

Al preguntar a los jóvenes su consejo al prepararse para la próxima Jornada Mundial de la Juventud no tardaron en expresar una profunda sabiduría: “Nunca se rindan; superen lo referente al dinero, la gente y las circunstancias.”  “Estén preparados espiritualmente a través de la oración.”  “Vivan en el presente, siempre con fe y siempre agradecidos.”