June 2019
Junio de 2019
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Inside
From the Provincial Fr. Louis Studer, O. M. I.
Making a Difference for 75 Years in Haiti
Celebrating 25 Years of the Missionary Oblates Woods Nature Preserve
The Favelas Are My Kind of Place
America’s Senior Oblate Fr. Clarence Zachman Celebrates his 70th Anniversary of Priesthood
“I come from the end of the earth.”
Oblates Respond to Tijuana Migrant Crisis
Saling Away to A Missionary LIfe
Brother Andy Lawlor, O.M.I. Finding His Calling As An Oblate Brother
Donor Highlight Dee and Jack Moynihan
The Humanity Of A Missionary
When he is ordained a Missionary Oblate priest in about two years, Bro. Eugene Mwape Mule, O.M.I. will already have the missionary part of his job description well established. In his journey to the priesthood, Bro. Eugene has so far been a missionary in his native Zambia, Cameroon, the United States and now Canada.
“For the Oblates everything begins with humanity. The Oblates have taken me to people who needed me in several different ways,” said Bro. Eugene. “I get to live the instructions of our founder, St. Eugene De Mazenod: ‘We must first of all lead people to act like human beings, and then like Christians and finally, we must help them to become saints.’”
Treating people like humans first has been part of Bro. Eugene’s Oblate journey from the very beginning. He grew up in the copper mining region of Zambia in a family of miners. As a teenager he began to sense a religious calling but it wasn’t very strong at first. He attended a program for potential vocations with a group of friends who had a stronger pull to religious life. Ironically, Bro. Eugene is the only one from the group who is still pursuing the priesthood.
Brother Eugene said he was attracted to the Oblates because of their willingness to minister to people most in need. This was particularly true when Bro. Eugene was a pre-novice working at Our Lady’s Hospice, a place where the Oblates and other religious congregations care for the dying who have no other place to go.
“These people were very poor and they had no family,” said Bro. Eugene. “I was a brother to them, listening and being a companion as they approached death. It was a ministry of presence, a ministry of humanity.”
After his philosophy studies as a pre-novice, Bro. Eugene’s Oblate journey took him around the world. He spent two years studying theology in Cameroon where he also became fluent in French. He spent a year at the Oblate Novitiate in Godfrey, Illinois and three years as a student at Oblate School of Theology in San Antonio, Texas.
Currently, Bro. Eugene is spending a year of pastoral work about as far away from Zambia as possible, with the native people of Canada. He is ministering at Sacred Heart Church of the First Peoples in Edmonton.
La Humanidad de un Misionero
Cuando sea ordenado sacerdote Misionero Oblato en cerca de dos años, el Hno. Eugene Mwape Mule, O.M.I. ya tendrá bien definida la parte misionera de su tarea. En su camino hacia el sacerdocio, el Hno. Eugene ha sido ya misionero en Zambia, su lugar de origen, en Camerún, los Estados Unidos y ahora en Canadá.
“Para los Oblatos todo comienza con la humanidad. Me han llevado a personas que me necesitan de diversas formas,” dijo el Hno. Eugene. “Puedo seguir los lineamientos de nuestro fundador, San Eugenio de Mazenod: ‘Debemos guiar primero a las personas a sentimientos humanos, luego cristianos y ayudarles finalmente a hacerse santos.’”
Desde el principio del trayecto del Hno. Eugene como Oblato, tratar a las personas como humanos ha sido parte de él. Creció en una zona minera de cobre en Zambia, en una familia de mineros. Siendo adolescente comenzó a despertar en él un débil llamado a la vida religiosa. Asistió a un programa para vocaciones potenciales con un grupo de amigos que tenían una mayor inquietud hacia la vida religiosa. Irónicamente, el Hno. Eugene es el único del grupo en camino al sacerdocio.
El Hno. Eugene comentó que la disposición de los Oblatos a trabajar con los más necesitados fue lo que lo atrajo, siendo esto más evidente cuando en su pre-noviciado trabajó en el Hospicio Our Lady, lugar donde los Oblatos y otras congregaciones religiosas atienden a los moribundos que no tienen adonde ir.
“Esas personas son muy pobres y sin familia,” dijo el Hno. Eugene. “Era un hermano para ellos, que les escuchaba y acompañaba al acercarse la muerte. Fue un ministerio de presencia, de humanidad.”
Al terminar sus estudios de filosofía, su camino como Oblato llevó al Hno. Eugene a varios lugares del mundo. Pasó dos años estudiando teología en Camerún, donde también aprendió francés. Estuvo un año en el Noviciado de los Oblatos en Godfrey, Illinois y tres años estudiando en la Facultad Oblata de Teología en San Antonio, Texas.
Actualmente el Hno. Eugene se encuentra en un año de trabajo pastoral muy alejado de Zambia, con los indígenas de Canadá, trabajando en la Iglesia Sacred Heart de los Pueblos Originarios en Edmonton. Sacred Heart es la parroquia oficial para la gente católica de los Pueblos Originarios en Edmonton y sus alrededores. Se trata de una comunidad única, donde los miembros usan símbolos, música y rituales que son parte de su cultura nativa.
“Recibí la oportunidad de ver una perspectiva diferente del ministerio”, dijo el Hno. Eugenio al referirse a su asignación a Canadá. “Gracias a los Oblatos sigo trabajando con los pobres en sus muchos rostros.”