June 2018
Junio de 2018
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Inside
From the Provincial Fr. Louis Studer, O. M. I.
Missionary Oblates Recognized During Papal Visits
Father Nick Harding, O.M.I. a Fulfilling and Fascinating Ministry in Peru
Oblate Spotlight: Fr. Andy Knop, O.M.I.
By Sea and Land The Missionary Journey of Fr. Tuan Pham, O.M.I.
Oblate Crossings
Building a Better Future in Thailand
100 Years on the Mountain
“We Have Each Other” Oblate Supported Farm Impacting Lives
In Puerto Rico
On the Path to Sainthood
125 Years of Faith: St. Casimir’s Parish
My Vocation Story: Lazaro Angel Leal
Donor Highlight: Mary Agnes Leonard
“We Have Each Other” Oblate Supported Farm Impacting Lives In Puerto Rico
Although they are separated by more than 1,500 miles of ocean, farmers in Washington, D.C. and farmers in hurricane-devastated Puerto Rico are working together to restore agricultural projects on the island.
The Washington, D.C. farmers are part of Three Part Harmony Farm, an urban farm located on the grounds of the Missionary Oblates’ Provincial House. Earlier this year, Gail Taylor, owner/operator of the farm, traveled to Puerto Rico to take part in a farmer-to-farmer solidary program that provided hands-on work and education to help farmers in Puerto Rico recover from the effects of Hurricane Maria.
“The experience was life-changing for me,” said Taylor. “I left the island richer than when I arrived, mainly because of the amazing people I met along the journey.”
Taylor is a member of the Black Dirt Farm Collective. The group co-sponsored the First Food Sovereignty Brigade that sent agricultural specialists to Puerto Rico to help in the recovery efforts. During her trip to Puerto Rico, Taylor provided hands-on support for the work of the Boricua Organization for Ecologic Agriculture of Puerto Rico, a 28-year old farmer-led organization dedicated to rebuilding the island’s food sovereignty.
“These farmers and their work represent a critical piece of food production, health and livelihood in Puerto Rico,” said Taylor.
The effects of Hurricane Maria on the ecology of Puerto Rico will be felt for years. The disaster destroyed most farms on the island. Today, 97 percent of the food for Puerto Rico’s residents has to be imported from foreign countries.
A highlight of the trip for Taylor was working side-by-side with the Future Farmers of Puerto Rico at the Botijas School Farm in Orocovis. The agro-ecological program at the school is a model for growing food to meet the needs of people in the community around the school.
“I’ve seen school gardens before but never an entire school farm. It was so impressive,” Taylor said.
Hurricane Maria was also a wakeup call about the effects of climate change and the shift away from agricultural economies to industrialization. For generations, Puerto Rico had an economy based primarily on farming. Today, most people work in the factories of large American corporations.
“Now, more than ever, it’s clear that we really need to focus on food sovereignty, or suffer the consequences like we see today in Puerto Rico,” said Taylor.
Three Part Harmony Farm was created in 2012 on two acres of land owned by the Missionary Oblates in Washington, D.C. The Oblates helped to establish the farm as part of their environmental ministries through their Justice, Peace and Integrity of Creation Office in Washington, D.C.
At Three Part Harmony Farm, urban farmers grow mostly vegetables as well as herbs and cut flowers. There is also a greenhouse nursery operation that supplies local community and school gardens. The farmers use sustainable practices without chemical pesticides or herbicides.
“Nos tenemos el uno al Otro” Granja Apoyada por los Oblatos en Ayuda de Puerto Rico
Aunque separados por más de 2,400 km de océano, los agricultores en Washington, D.C. y los de Puerto Rico, devastado por el huracán, trabajan en conjunto para restaurar los proyectos agrícolas en la isla.
Los agricultores de Washington, D.C. forman parte de la Granja urbana Three Part Harmony, ubicada en la propiedad de la Casa Provincial de los Misioneros Oblatos. Hace poco este año, Gail Taylor, dueña/operadora de la granja, viajó a Puerto Rico para participar en un programa de solidaridad granjero-a-granjero, que aporta ayuda física y educación para que los agricultores en Puerto Rico se recuperen de los efectos del huracán María.
“La experiencia cambió mi vida,” dijo Taylor. “Cuando volví de la isla tenía más riqueza que al llegar, principalmente por la gente increíble a quien conocí en el viaje.”
Taylor es miembro de la Cooperativa Black Dirt Farm, el grupo que copatrocinó a la Brigada First Food Sovereignty, que envió especialistas agrícolas a Puerto Rico para ayudar en la recuperación. Durante su viaje a Puerto Rico, Taylor ayudó personalmente a la Organización Boricua para Agricultura Ecológica de Puerto Rico, una organización dirigida por agricultores por 28 años, dedicada a reconstruir la soberanía alimentaria de la isla.
“Dichos agricultores y su trabajo son una parte esencial de la producción de alimentos, salud y subsistencia en Puerto Rico,” dijo Taylor.
Los efectos del huracán María a la ecología de Puerto Rico serán vistos por años: la mayoría de las granjas en la isla fueron destruidas. Actualmente se importa de otros países el 97% de los alimentos para los residentes de Puerto Rico.
Un punto importante del viaje de Taylor fue trabajar hombro con hombro con los Futuros Granjeros de Puerto Rico en la Granja Escuela Botijas, en Orocovis. El programaagroecológico en la escuela es un modelo para cultivar alimentos y cubrir las necesidades de la gente en la comunidad que rodea la escuela.
“He visto jardines escuelas antes, pero nunca una Granja Escuela completa. Fue impresionante,” dijo Taylor.
El huracán María fue también una llamada de atención sobre los efectos del cambio climático y el cambio de las economías agrícolas a la industrialización. Por generaciones, la economía de Puerto Rico se basó en la agricultura. Actualmente, la mayoría de las personas trabajan en las fábricas de grandes compañías estadounidenses.
“Ahora más que nunca, es evidente que necesitamos enfocarnos a la soberanía alimentaria, o sufrir las consecuencias, como vemos en Puerto Rico,” comentó Taylor.
La Granja Three Part Harmony fue creada en 2012 en dos acres de propiedad de los Misioneros Oblatos en Washington, D.C. Los Oblatos ayudaron a establecer la granja como parte de su ministerio ambiental a través de su Oficina de Justicia, Paz e Integridad de la Creación en Washington, D.C.
En la GranjaThree Part Harmony, los granjeros urbanos cultivan principalmente vegetales, así como hierbas y flores de ornato. Hay además un invernadero criadero, que surte a la comunidad local y a los jardines de las escuelas. Los granjeros utilizan prácticas sustentables, sin pesticidas químicos o herbicidas.