Path to Sainthood: Brother Alfons Mańka, O.M.I.

brother Alfons Manka, OMIRecently a new Cause of Beatification and Canonization was opened on behalf of Bro. Alfons Mańka, O.M.I. Brother Alfons was a Polish Oblate who died on January 22, 1941 as a result of the brutal treatment received in the Nazi concentration camp of Mauthausen-Gusen. To learn more about Bro. Alfons and other Oblates on the path to sainthood, visit the Oblates’ Postulation Office at omiworld.org/our-charism/our-saints.

Scholastic Bro. Alfons Mańka O.M.I. was born on October 21, 1917 in Lisowice, Poland. His parents were very pious. Brother Alfons had many gifts. He liked to play the violin and to paint. He also liked to make pilgrimages to the shrines of the Blessed Virgin Mary in Czestochowa and Piekary.

In high school Bro. Alfons felt Christ calling him to serve the Church and the poor. He entered the Oblate minor seminary in Lubliniec and later attended the Oblate novitiate in Markowice. After his first profession of vows, he went to the scholasticate in Krobia to begin his philosophical studies.

As a scholastic, Bro. Alfons kept a spiritual diary in which he often referred to his immense happiness of being in communion with Christ. In one of his entries he wrote: “Jesus is my ideal, Jesus is my treasure, my mind is in Him, my heart is in Him. Jesus, I love You and I want to love You to the point of madness.”

At the end of August 1939, Bro. Alfons arrived in Markowice with other religious. As the German army approached, on September 4, he left Markowice along with other confreres and headed for Koden. Given the overcrowding in the house of Koden, he returned to Markowice. The day after his return, he and the entire religious community were placed under house arrest and forced to work on nearby German farms.

On May 4, 1940 Bro. Alfons and 15 other Oblate novices and scholastics were deported by the Gestapo in a van to the Szczeglino prisoner distribution camp near Mogilno. During the initial “exercises” he was beaten so badly that he could barely move. After three days he was taken with the others in cattle wagons to the Dachau concentration camp. On August 2, 1940 in a transport of 1,500 prisoners, he was deported to Mauthausen-Gusen, a camp known as “hell on earth.”

Of fragile health and exhausted by the hard work of the quarry, he ended up collapsing. Thanks to the secretary of the block, he was admitted to the field hospital. There he won the sympathy of the nurses, who tried to save him by giving him a larger portion of food. But all efforts were useless. Brother Alfons did not recover. Seeing himself facing death, he prayed almost constantly and confessed to a priest who was lying sick next to him. He died on January 22, 1941 at the age of 23.

The magazine of the Polish Oblate scholasticate “Gosc z Obry” offered a beautiful testimony:

“He died like a saint. Exhausted by hunger, between beatings and terrible torments, without uttering a lament. He always had a prayer on his lips. He was always in recollection. What we saw after his death was a skeleton with an angelic serenity in the face.”

When the Oblates received Bro. Alfons belongings, they found a note that he had written: “I will be faithful to God until death.”


Camino a la Santidad Hermano Alfons Mańka, O.M.I.

brother Alfons Manka, OMIRecientemente se abrió una nueva Causa para Beatificación y Canonización a nombre del Hno. Alfons Mańka, O.M.I., un Oblato polaco que falleció el 22 de enero de 1941 a causa del brutal trato que recibió en el campo de concentración Nazi de Mauthausen-Gusen.  Para saber más acerca del Hno. Alfons y otros Oblatos en camino a la santidad, visite la Oficina de Postulación en: omiworld.org/our-charism/our-saints.

El Hermano escolástico Alfons Mańka O.M.I.  nació el 21 de octubre de 1917 en Lisowice, Polonia. Sus padres eran muy devotos.  El Hermano Alfons era muy talentoso: le gustaba tocar el violín y pintar, además de hacer peregrinaciones a los santuarios de la Santísima Virgen María en Czestochowa y Piekary.

Cuando estaba en la preparatoria, el Hno. Alfons sintió el llamado de servir a la Iglesia y a los pobres, por lo que ingresó al seminario menor de los Oblatos en Lubliniec y más tarde fue al noviciado en Markowice.  Después de profesar sus primeros votos, fue al escolasticado en Krobia para comenzar sus estudios filosóficos.

En el escolasticado el Hno. Alfons llevaba un diario espiritual en el que a menudo se refería a su inmensa felicidad de estar en comunión con Cristo.  En una de sus entradas escribió: “Jesús es mi ideal, Jesús es mi tesoro, mi mente está en Él, mi corazón está en Él.  Jesús, te amo y quiero hacerlo hasta el punto de la locura”.

A fines de agosto de 1939 el Hno. Alfons llegó a Markowice con otros religiosos. El ejército alemán se acercaba a la ciudad, por lo que el 4 de septiembre salió hacia Koden con otros hermanos. La casa en Koden no podía albergar a todos, por lo que volvió a Markowice y al día siguiente de su llegada, él y toda la comunidad religiosa fueron puestos en arresto domiciliario y forzados a trabajar en la granjas alemanas cercanas.

El 4 de mayo de 1940 la Gestapo deportó al Hno. Alfons y 15 otros novicios Oblatos en un camión al campo de distribución de prisioneros Szczeglino, cerca de Mogilno.  Durante los “ejercicios” iniciales fue golpeado con tal fuerza que casi no podía moverse.  Después de tres días fue llevado junto con los demás en carretas al campo de concentración en Dachau.  El 2 de agosto de 1940 fue llevado en un transporte de 1,500 prisioneros deportados al campo Mauthausen-Gusen, conocido como “el infierno en la tierra”.

Exhausto por el arduo trabajo en la cantera su salud era frágil, por lo que terminó colapsando. Gracias al secretario del bloque, fue ingresado al hospital del campo, donde se ganó la simpatía de las enfermeras que trataron de salvarlo con una porción mayor de alimento, pero todos los esfuerzos fueron inútiles. El Hermano

Alfons no se recuperó y al sentirse cerca de la muerte rezaba casi constantemente y se confesó con un sacerdote que estaba enfermo junto a él. Falleció el 22 de enero de 1941, a los 23 años de edad.

En la revista del escolasticado Oblato en Polonia “Gosc z Obry” leemos un hermoso testimonio:

“Murió como un santo, exhausto por el hambre, entre palizas y terribles tormentos, sin un lamento. Siempre había una oración en sus labios, siempre en recogimiento. Cuando falleció lo que vimos fue un esqueleto con una serenidad angelical en el rostro”.

Cuando los Oblatos recibieron las pertenencias del Hno. Alfons, encontraron una nota que había escrito: “Seré fiel a Dios hasta la muerte”.