Recording Stories Forever In His Heart

Fr. Cleber Lopes, OMIAs a boy growing up in a poor section of Sao Paulo, Brazil Fr. Cleber Lopes, O.M.I. was greatly influenced by the Missionary Oblates. Today, as a Missionary Oblate priest, he is returning the favor, influencing his brother Oblates to a greater understanding of their faith and missionary calling.

Father Cleber has been connected with the Oblates since he was teenager. He grew up in St. Alphonsus Liguori Parish in Sao Paulo where several Oblates from the United States ministered. The Oblates made a lasting impression on the young boy because of their dedication to being among
the poorest of the poor.

“The Oblates were so close to the people. They were always coming around the house and visiting,” said Fr. Cleber. “You never saw the diocesan priests in the neighborhood, but you always saw the Oblates.”

After graduating from high school, Fr. Cleber thought a career in accounting might be in his future. But then he began to have conversations with the Oblates and the idea of religious life began to take root.

After some time of prayer and discernment, Fr. Cleber entered the Oblates’ pre-novitiate program in Brazil. His formation years included time studying and ministering in Paraguay and Bolivia before he was ordained in 2010.

After ordination Fr. Cleber was assigned to the Oblates’ ministries in the Amazon region of Brazil. He spent five years in Manaus and six years in Belem. The mission area covered by the Oblates in the Amazon is huge. A small team of Oblates is responsible for three parishes that serve more than 30 communities in the city and countryside.

“It was very hard work but so rewarding,” said Fr. Cleber. “If my superior told me to go back there, I wouldn’t hesitate for a minute.” In addition to ministering at parishes in the Amazon, Fr. Cleber was also involved in the formation of future Oblates. He oversaw programs for pre-novices and novices in Brazil for about six years.

In 2020 Fr. Cleber was chosen to take part in a new Oblate ministry, one designed to make the spirituality of the Oblates more available to people around the world. The Kusenberger Chair of Oblate Studies, based at Oblate School of Theology in San Antonio, Texas is dedicated to the study and dissemination of the history, charism, spirituality and mission of the Oblates.

Father Cleber was expected to spend two years in San Antonio taking part in the course. Because of the Covid-19 pandemic, he took the first year online from Brazil and is now finishing up the second year of the program in person.
Father Cleber is the first Oblate from Latin America to take part in the program. When he completes the course this summer, he will then expand the program throughout Latin America to enrich the spiritual lives of both the Oblates and their lay collaborators.

During his Oblate journey, Fr. Cleber loves to document his ministries through photographs. He has more than 1,000 photos on his Facebook page alone. And when he is in a picture, Fr. Cleber is always smiling. He is a joyous missionary, finding happiness in the many people he encounters along the way.

“I thank God for everything that He has given me,” said Fr. Cleber. “And I thank him for each new face I see. Because each one of them has recorded a story forever in my heart.”


Recordando por Siempre las Historias en su Corazón

Fr. Cleber Lopes, OMIAl crecer en una sección pobre en Sao Paulo, Brasil, el P. Cleber Lopes, O.M.I. tuvo gran influencia de los Misioneros Oblatos y actualmente como uno de ellos, está devolviendo el favor al influenciar a sus hermanos Oblatos para tener una mayor comprensión de su fe y llamado misionero.

El Padre Cleber ha estado unido a los Oblatos desde su adolescencia. Creció en la Parroquia San Alfonso Liguori en Sao Paulo, donde trabajaban varios Oblatos de los Estados Unidos, que con su dedicación a los más pobres de los pobres causaron una impresión duradera en el joven.

“Los Oblatos eran muy cercanos a la gente. Siempre los visitaban en sus casas”, dijo el P.  Cleber.  “Nunca veíamos a los sacerdotes diocesanos en el vecindario, pero siempre a los Oblatos”.

Tras graduarse de la preparatoria, el P. Cleber creía que su futuro podría estar en una carrera en contabilidad, pero al conversar con los Oblatos comenzó a arraigarse en él la idea de la vida religiosa.

Después de algún tiempo de oración y discernimiento, el P. Cleber ingresó al prenoviciado de los  Oblatos en Brasil.  Sus años de formación le llevaron a estudiar y trabajar en Paraguay y Bolivia antes de ser ordenado en el 2010.

Después de su ordenación el P. Cleber fue asignado a los ministerios de los Oblatos en la región del Amazonas en Brasil, donde pasó cinco años en Manaus y seis años en Belem.  El área de misión de los Oblatos en el Amazonas es inmensa y solo un pequeño grupo de Oblatos atiende tres parroquias que cubren más de 30 comunidades en la ciudad y la zona rural.

“Fue un trabajo muy arduo pero muy reconfortante”, dijo el P. Cleber.  “Si mi superior me dijera que debía volver, lo haría sin dudar un minuto”.

Además de su ministerio en las parroquias del Amazonas, el P. Cleber también fue parte por casi seis años de la formación de los futuros Oblatos supervisando programas para los pre-novicios y novicios en Brasil.

En 2020 el P. Cleber fue elegido para participar en un nuevo ministerio Oblato diseñado para acercar la espiritualidad de los Oblatos a la gente en todo el mundo.  La Cátedra Kusenberger de Estudios Oblatos localizada en la Facultad Oblata de Teología en San Antonio, Texas está dedicada al estudio y diseminación de la historia, el carisma, la espiritualidad y misión de los Oblatos.

El Padre Cleber debía pasar dos años en San Antonio en el curso, pero debido a la pandemia de Covid-19 tomó el primer año en línea desde Brasil y ahora está por terminar el segundo año en forma presencial.

El Padre Cleber es el primer Oblato de América Latina en participar en el programa y al terminarlo este verano, lo llevará a todo América Latina para enriquecer las vidas espirituales, tanto de los Oblatos, como de sus colaboradores laicos.

Al P. Cleber le encanta documentar sus varios ministerios en fotografías y solo en su página de Facebook tiene más de 1,000.  El Padre Cleber siempre está sonriente en las fotografías. Es un misionero alegre, que encuentra felicidad en las muchas personas que conoce en su camino.

“Agradezco a Dios por todo lo que me ha dado”, dijo el P. Cleber.  “y le agradezco por cada nueva cara que veo, porque cada una de ellas es una historia que recuerdo por siempre en mi corazón”.