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Los Misioneros Oblatos llevan desde 1971 ejerciendo su ministerio en la región de Baja California, en el norte de México.  La misión fronteriza es compleja tanto cultural como socialmente, y es verdaderamente un servicio entre los pobres y marginados.

Las parroquias de los Oblatos están situadas en barrios de de bajos recursos para atender a miles de feligreses que luchan a diario por llegar a fin de mes.

Los Oblatos en Tijuana trabajan incansablemente por la gente de sus comunidades.  Han construido una moderna clínica médica y dental.  Proporcionan educación, formación laboral, pastoral juvenil, catequesis y mucho más.